Los champiñones tradicionales, los made in China o Japón, se cultivan desde hace más de 800 años. Son los hongos más populares del mundo porque se preparan en múltiples recetas: pizza, crema de champiñones, carpaccio de champiñones, champiñones en salsa de anchoas, pollo en salsa de champiñones, champiñones al ajillo, camarones con champiñones, champiñones rellenos de berenjena, entre otras miles de combinaciones. Es un hongo de un valor nutricional altísimo, rico en agua y bajo en calorias.
El Ustilago maydis, otro hongo comestible, parásito del maíz y que los mexicanos consideran herencia ancestral culinaria, se prepara en un plato tipico conocido como huitlacoche o cuitlacoche. Los hongos pueden llegar a ser tan nutritivos como la carne; contienen proteínas, vitaminas y minerales. Otros hongos comestibles son el Tricholoma terreum y el Morchella esculenta, conocido también como Cagarria o Colmenilla.
Los Morchella esculenta, se cocinan refriéndolas con ajo, tocino de jamón y chorizo picado, y se pueden hacer revueltas con huevos. Jamás se deben consumir crudas, pues contienen una toxina que se descompone a altas temperaturas, alrededor de 80 °C, siendo entonces inocua.
Trufa blanca: es el hongo más apreciado por los gastrónomos del mundo y puede alcanzar en el mercado un precio de 6.000 euros por kilo. De potente aroma y delicadísimo sabor, este es un alimento escaso, que crece a 40 centímetros debajo de la tierra, que en su apariencia externa resulta muy poco apaetecible y que se come crudo
Trufa blanca: es el hongo más apreciado por los gastrónomos del mundo y puede alcanzar en el mercado un precio de 6.000 euros por kilo. De potente aroma y delicadísimo sabor, este es un alimento escaso, que crece a 40 centímetros debajo de la tierra, que en su apariencia externa resulta muy poco apaetecible y que se come crudo
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