Los osciloscopios miden la forma de las señales eléctricas y muestran un gráfico en movimiento llamado señal que representa el voltaje con relación al tiempo en el display. La señal eléctrica es recogida y enviada a una pistola de electrones, allí, se dispara un rayo catódico negativo hacia la pantalla, acelerado por un ánodo positivo, y aparece la onda en el display. Las formas de las ondas se pueden modificar en sus ejes vertical y horizontal para dar cabida a distinta información.
En el caso de los osciloscopios médicos (electrocardiógrafos), los electrodos se pegan en la piel para recoger las variaciones eléctricas del ritmo cardíaco. Si el corazón está sano su ritmo será constante y se producirá una onda regular; analizando las variaciones los médicos puede saber si existe algún problema.
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