Un mosaico es un cuadro formado por pequeños trozos de piedra o vidrios de colores. Los trozos se colocan sobre un marco de yeso blando, que luego se deja secar al sol. Los mosaicos se utilizaban para decorar suelos y paredes. En la antigua Roma, todas las villas y palacios tenían mosaicos y algunos representaban escenas de la vida cotidiana. Los mosaicos también se utilizaron en las iglesias griegas e italianas para representar escenas de la vida de Jesús, los santos y los ángeles.
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